Tahiri Dikovec
¿Sabes cómo encontrar el eslabón más débil de tu empresa?

Encuentra al eslabón más débil de tu empresa y fortalécelo

El eslabón más débil de tu empresa

Cuando pensamos en la seguridad de nuestra empresa, muchas veces nos imaginamos sistemas informáticos impenetrables, contraseñas robustas y alertas de protección activadas. Pero, ¿alguna vez has considerado que el punto más débil puede ser, de hecho, uno de tus empleados?


Diversidad de conocimiento tecnológico entre los empleados


Es un hecho: dentro de una empresa, existen diferentes tipos de personas con distintos niveles de conocimiento en tecnología y ciberseguridad. Algunos pueden programar en varios lenguajes, mientras que otros podrían tener dificultades para distinguir entre un correo electrónico legítimo y un intento de phishing.


Clasificación de los trabajadores según su conocimiento tecnológico:


1. Los trabajadores sin conocimientos sobre tecnología: Estos individuos usan la tecnología solo cuando es indispensable. Muchos de ellos aún prefieren los métodos tradicionales para realizar tareas y pueden sentirse abrumados con interfaces digitales complejas. Al enfrentarse con correos electrónicos sospechosos o actualizaciones de software, pueden sentirse inseguros sobre qué acción tomar, lo que los hace vulnerables a amenazas que aprovechan este desconocimiento.


2. Los trabajadores con conocimientos básicos sobre tecnología: Este grupo se siente cómodo realizando tareas diarias en dispositivos electrónicos. Pueden enviar correos, crear documentos y presentaciones, y navegar por Internet. Sin embargo, su conocimiento sobre la ciberseguridad puede ser limitado. Es probable que reconozcan las amenazas más obvias, pero podrían ser engañados por técnicas más sutiles, como los correos de phishing bien diseñados.


3. Los trabajadores con conocimientos intermedios sobre tecnología: Estos empleados están más familiarizados con el mundo digital. Es posible que hayan explorado diferentes aplicaciones, sistemas y herramientas más allá de las básicas. Aunque están familiarizados con múltiples amenazas, aún podrían ser susceptibles a estrategias de ingeniería social más sofisticadas o tácticas meticulosamente planeadas.


4. Los trabajadores con conocimientos avanzados sobre tecnología: Son los expertos en la materia. No solo comprenden las herramientas y sistemas a nivel superficial, sino que también poseen un conocimiento profundo del funcionamiento interno de los sistemas y herramientas que utilizan. A menudo, son a quienes los otros empleados acuden cuando enfrentan problemas técnicos o sospechas de actividad maliciosa.


Investigar al objetivo


Los ciberdelincuentes investigan a las empresas y a sus empleados para identificar a la persona más susceptible y preparar un ataque específico. Es decir, están buscando al objetivo. Es posible que rastreen las redes sociales como LinkedIn, Instagram, TikTok, Facebook, entre otros, investigan el historial de trabajo de alguien o incluso simulan ser un colega para obtener información.


Identificar y prevenir el riesgo


Esforzarse por minimizar el riesgo es vital. Para hacerlo, las empresas deben primero identificar quién o qué representa la mayor amenaza. ¿Tienes empleados que frecuentemente olvidan cambiar sus contraseñas o que suelen hacer clic en enlaces desconocidos? Ese es tu punto de partida.


Educar y fortalecer al eslabón más débil


El conocimiento es poder, y la educación es la clave para fortalecer a tu equipo. Realizar capacitaciones periódicas y fomentar un ambiente donde los empleados se sientan cómodos preguntando o reportando posibles amenazas puede marcar la diferencia.


Responsabilidad compartida en ciberseguridad


La ciberseguridad no es solo tarea del departamento de IT. Todos en la empresa, desde el CEO hasta el interno más reciente, tienen la responsabilidad de mantener segura la información de la organización. Al promover una cultura de responsabilidad compartida, se refuerza la idea de que la ciberseguridad es un esfuerzo colectivo.


Evaluaciones y Simulacros


Realizar evaluaciones regulares y simulacros de ingeniería social es esencial para entender el grado de preparación de los empleados. Estas prácticas permiten identificar áreas de mejora y determinar qué tan bien está capacitado el personal para reaccionar ante un intento de ciberataque. Además, al enfrentar situaciones simuladas, los empleados pueden ganar confianza y familiarizarse con las mejores prácticas sin los riesgos asociados a un ataque real.


Conclusiones:


Las empresas no pueden permitirse pasar por alto la diversidad de conocimiento tecnológico entre sus empleados. La variedad es excelente y puede traer muchas ventajas, pero cuando se trata de seguridad, esa variedad puede ser una vulnerabilidad.


La solución no es descartar o subestimar a aquellos con menos habilidades tecnológicas, sino capacitar y educar a todos, independientemente de su nivel de conocimiento. Cuando cada miembro de la organización comprende su papel en la protección contra las amenazas cibernéticas y está equipado con el conocimiento y las herramientas para hacerlo, el "eslabón más débil" se vuelve mucho más fuerte.


Así que, la próxima vez que mires a las personas que conforman tu organización, recuerda que son tu primera línea de defensa. Fortalécelos y asegúrate de que todos estén armados con el conocimiento y la formación necesarios para enfrentar las amenazas cibernéticas de hoy.


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